HISTORIA DE FUTBOLAZO
Esta es la historia de tres amigos de la infancia que se conocían desde hacía más de treinta años, y que cuenta, cómo un día, decidieron hacer algo al respecto con esto de los managers online de fútbol tipo Comunio.
Ésta es la historia de Fanático, Friki y Cerebro...
LA PRECUELA
Hace cosas de cinco años atrás, un Fanático acérrimo del fútbol de toda la vida le dijo a un Friki alto con gafas, que estaba harto de lo mierda que era la página de Comunio y que llevaba varias temporadas jugando con sus amigos y ya no le encontraba ni sentido ni gracia alguna.
Comunio siempre era igual: repetitivo y monótono.
Fanático le decía constantemente a Friki que la web de Comunio era fea y que estaba como vieja, que el juego en sí no era justo para todos los usuarios por igual y que las pujas ganadas, llegaban un día más tarde.
Le contaba cómo muchas veces no podía ni hacer un simple login y que le daba errores constantemente por todos lados.
Friki era escéptico con cualquier tema que tuviera que ver con el fútbol, porque a decir verdad, no era para nada fanático y estaba totalmente obsoleto en aquellos asuntos tan raros para él. El pobre se quedó anclado en la época de Poyatos, Farinós y Mendieta, héroes del pasado Valencianista, recuerdos gloriosos de la Terreta de los ´90, y pasó de Fanático la primera vez que éste le comentó que tenía que registrarse en Comunio para verlo con sus propios ojos y reirse de lo casposo y tedioso que era aquel juego al que todo el mundo estaba enganchado.
Friki decidió pasar de Fanático. Él era más de orcos, elfos y enanos. Así que obvió lo que le pedía, y lo dejó estar.
Pasó el tiempo, y al final, Friki no supo eludir la insistencia de Fanático, y por fin, se registró en aquel maldito juego basado en Benzemases, Messis y Ronaldos.
Friki alucinaba. Sin darse cuenta, estaba jugando a Comunio.
Qué deshonra.
EL COMUNIO
Con el paso de algunas jornadas, efectivamente, a Friki se le abrieron las carnes al crearse un equipo y empezar a jugar. No entendía nada, todo iba raro, todo tenía aspecto de antiguo y cutre. Sus valores frikis se veían continuamente afectados por el poco tacto con el que estaban hechos los diseños, los procesos, la dinámica, todo en general... y pronto, abandonó su liga y miró para otro lado.
Aquella mierda era demasiado espesa para un friki como él.
Entonces, al tiempo, Fanático le propuso a Friki el crear su propio juego tipo Comunio, porque aquello no podía ser. Y Friki ya había visto la realidad de primera mano.
A Fanático le encantaban los managers online y la esencia del fútbol en sí misma, y su visión de un juego de ese tipo, no pasaba por cómo la tenía planteada Comunio.
Fanático tenía en su cabeza el manager perfecto.
Friki lo escuchó, pero, de nuevo, pasó de Fanático. Era una locura de propuesta. Muy friki, sí, pero…imposible. ¿Cómo iban a crear entre dos pringados un juego tan bestia como lo era Comunio? ¿En serio? ¡Si no sabían ni programar!
Y quedaron otra vez en tablas durante un largo tiempo.
La idea, se aparcó.
EL GERMEN
Pero pasó el tiempo, y allá por el año 2014, Fanático todavía no había abandonado por completo aquella locura insana que le seguía rondando por la cabeza, y volvió a insistir a Friki con el rollo de crear su propio manager online perfecto en el que todo fuera justo y equitativo para todos por igual. Así que insintió.
Friki no se sentía con muchas fuerzas como para meterse en aquel jardín tan grande. Pero para su sorpresa, Fanático le presentó unas cuantas páginas HTML con las que podían empezar a andar el camino:
* “Mira, si hacemos esto, esto y esto… Un usuario se puede registrar. ¿Ves? ¡Ya tenemos el primer paso! - le dijo Fanático a Friki.
Increible. Podían crear usuarios. Ya era algo.
“Un pequeño paso para el hombre, un gran paso para Futbolazo” - pensaron.
Y así comenzó todo.
LOS ERMITAÑOS
Poco a poco Fanático y Friki echaron horas como locos delante del ordenador y fueron enganchándose más y más a la programación y a su filosofía de búsqueda de la perfección.
Resultó ser que ese nuevo mundo les pareció maravilloso. Disfrutaron al saltar cada uno de los retos que se encontraron y al resolver los impedimentos y piedras que se les interpusieron por el camino. Y al final, la programación se convirtió, sin querer, en su hobby.
Cada día conseguían un nuevo avance. Una nueva pieza a encajar en el gran puzzle que era Futbolazo.
Fanático y Friki soñaban con un diseño personal, con sus propias reglas de juego, claras y cercanas, con la limpieza y con la simplicidad, y sobre todo, con la dinámica semanal, mucho más atractiva y agresiva que las que pudieran ofrecer el resto de juegos.
No tenían demasiado tiempo para impulsar el proyecto, pero se aislaron del mundo y saborearon cada una de las líneas de código que escribieron en los ratos libres que pudieron aprovechar.
Y durante los primeros meses, todo fue felicidad y aprendizaje contínuo. Había que conseguir una primera aproximación del juego y crear una liga con algunos jugadores con los que empezar a correr.
Pero llegó la cosa a un punto tal, que hasta los amigos y familiares de Friki y Fanático pensaron que ya se estaban volviendo locos. No veían muy claro que se pasaran todo el día delante de líneas de colores, ftp´s y bases de datos como polillas yendo hacia la luz sin recibir nada a cambio. ¿Todo para qué? ¿Para hacer un juego igual a otro que ya existía y que ya era famoso? ¿En serio? ¿Tantas horas perdidas delante del ordenador? ¿Por qué? Qué absurdo. ¿Cuál era la finalidad?
No lo entendían.
Nadie lo entendía.
Y ni siquiera Fanático y Friki lo entendían.
Pero ellos ahí seguían, adelante. Maquetando día a día su idea del manager perfecto. Sin fisuras, sin abusos, con equidad para todos, con gracia, con personalidad. Hora tras hora. Semana tras semana.
Sabían que iba a ser duro, pero que tenían que hacerlo. Tardasen el tiempo que tardasen. No importaba. El juego debía ser perfecto.
Porque los Leo, nunca se rinden.
Había que abrir Futbolazo cuanto antes.
LA BAJONA NO PERDONA
Fanático y Friki continuaron programando a trompicones y como pudieron durante los siguientes meses que pasaron tras el pistoletazo de salida. Estaban animados y con fuerzas, pero sin esperarlo, llegó el día en que Futbolazo les ganó la partida por goleada y los hundió en la miseria más profunda.
De repente, Fanático y Friki se pararon en seco.
Todo aquello era demasiado.
Habían aprendido por el camino, si, pero no lo suficiente. Sus conocimientos no eran los adecuados y había demasiados frentes abiertos que atacar: los procesos de Computer, la eterna casuística de todas las posibilidades, la estructura interna de todo Futbolazo, los mensajes del muro, el buscador, el mercado, las ligas, los jugadores, los estados, los puntos, las clasificaciones…
Fanático era bueno en diseño y maquetación. Y Friki lo era en bases de datos y consultas SQL. Pero de programación iban muy justos los dos. Y ésta, se complicó enormemente de la noche a la mañana. De repente, lo fácil se convirtió en imposible para ellos.
Así que, a finales de 2014, el proyecto Futbolazo estaba estancado y prácticamente muerto.
Fanático y Friki decidieron tirar la toalla.
Imposible domar a la Bestia.
¿Por qué malgastar el tiempo en aquella utopía?
Tocaba rendirse.
EL AVE FÉNIX
Y fue entonces, en algún verano del 2015, que entró en el tablero de juego, Cerebro, El Salvador de Futbolazo. El Mesías. La pieza clave que faltaba. El puto amo.
Fue en la piscina de Alcarroya, bajo el sol justiciero del agosto jalancino y en ambiente distendido y veraniego, que Fanático y Friki le contaron con todo detalle a su amigo Cerebro de qué trataba aquel proyecto Futbolazo en el que habían trabajado durante meses.
Por un lado le hablaban de cómo era su visión del manager auténtico y real sin ánimo de lucro, y por otro, de todos los problemas técnicos que estaban teniendo para conseguir aquella visión tan perfeccionista.
Le contaron sobre todas las funcionalidades diferentes que tenía con respecto a Comunio y a los demás managers que empezaban a surgir por aquella época tras la sombra del primero.
Le hablaron también acerca de cuál era su idea de futuro, que sabían lo que querían, pero que no sabían cómo llevarlo a cabo, porque la programación se les había hecho muy compleja en el punto en el que se encontraban.
Cerebro escuchó atento todo el speech y pareció no aburrirse por la chapa que le estaban dando Fanático y Friki con todo aquel rollo de los managers online. Y en unos pocos días, accedió a unirse al equipo sin pedir nada a cambio. Por el simple hecho de tener algo en qué entretenerse.
Y ese fue el primer punto de inflexión para Futbolazo.
Por fin, Fanático y Friki dejaban de estar solos.
Un crack de la programación se les unía al equipo.
Cerebro, había aparecido en escena.
Nacía el Futbolazo Team.
La moral subió enormemente con aquella gran noticia, y la maquinaria Futbolazo volvió a engrasarse.
Septiembre iba a ser un mes maravilloso.
Y así fue. Los tres amigos de la infancia consiguieron domar a la Bestia y la pusieron en cintura en muy poco tiempo.
Cerebro se arremangó las mangas hasta los codos e implementó varios procesos automáticos inalcanzables para Fanático y Friki. Y en un abrir y cerrar de ojos, puso patas arribas todas las tripas de Futbolazo línea a línea y le confirió orden y simpleza por los cuatro costados.
Por fin existía la coherencia en el código y las cosas hacían lo que tenían que hacer.
Friki y Fanático estaban muy contentos. No se creían la suerte que habían tenido al haberse cruzado con Cerebro.
Aquello fue fantástico.
Futbolazo podría nacer en la fecha prevista.
LOS VALORES
Fanático, Friki y Cerebro, se reunieron antes de abrir el juego y marcaron su Misión, su Visión y sus Valores. Dejando claras las bases a seguir en el futuro a largo plazo.
Por ejemplo, el Futbolazo Team siempre estuvo en contra del hecho de tener que cobrar a los usuarios por ciertos beneficios que, al final, desvirtuaban el juego y favorecían más a aquellos usuarios que pagaban frente a los que no. Y por tanto, nunca quisieron incluir opciones premium ni funcionalidades ventajistas para solo unos pocos.
Sus valores fueron marcados por la equidad, el respeto y la buena convivencia en el juego.
Para ellos, todos eran iguales en Futbolazo. Tuvieran dinero, o no.
También dejaron claro el tema de la publicidad. Ya que todos los demás managers te llenaban la pantalla con neveras, monopatines, televisiones, consolas o cualquier cosa que hubieras visto o comprado por la Red.
Y eso, para el Futbolazo Team, era simplemente, una puta guarrería.
Así que, también, desde el minuto uno, decidieron no poner ningún tipo de publicidad que ensuciara su mimado diseño perfeccionista. Ellos eran diferentes.
Y finalmente, tras mucho debatir, eligieron un camino concreto y lo ofrecieron al mundo.
LA VERSIÓN BETA
Fue allá por el 2016 cuando Fanático, Friki y Cerebro sacaron pecho y abrieron Futbolazo a puerta gayola. A ver si todo aquello funcionaba bien, o explotaba por todos lados.
Fueron momentos de nervios y tensión. Por primera vez, el Futbolazo Team se exponía.
Apenas tenía funcionalidad ni mucho jugo que saborear, y aunque era una bestia parda de juego, apenas tenía mucho más que lo básico que tenía cualquiera de los otros managers del mercado. Pero al menos, los usuarios podrían jugar mínimamente y ayudarían a detectar bugs, mejorar de diseños, funcionalidades y procesos.
La versión beta se abrió solo para unos pocos. Más concretamente, para los amigos con los que Fanático jugaba al Comunio años atrás. Una pequeña comunidad de unos quince o dieciséis usuarios, que hartos de su manager habitual, decidieron apostar y unirse a Futbolazo para principios de la temporada que se les venía encima.
Y así comenzó el juego.
MEJORANDO CONTINUAMENTE
Contentos, felices y sin ganar un duro. Fanático, Friki y Cerebro siguieron mejorando, creando y aumentando el potencial de Futbolazo cara al inicio de la segunda temporada.
En cuanto a volumen de usuarios, seguían siendo los mismos de siempre. Unos veinte usuarios en total. Muy pocos, pero muy fieles.
Pero aún así, el Futbolazo Team estaba encantados con ellos, porque continuamente les hacían llegar sus sugerencias o consejos sobre cualquier incidencia que vieran por el juego. Y claro, eso ayudaba muchísimo al equipo de desarrollo y continuamente se fue mejorando todo Futbolazo. Con la ayuda de todos.
Para la tercera temporada, el juego estaba dominado. La programación se controló totalmente, y poco a poco, el trabajo de mantenimiento empezó a disminuir considerablemente.
Los usuarios se divertían y volvían a entrar, fieles, días tras día. Todo parecía ir como la seda. Pero Fanático no se conformaba con lo que Futbolazo podía ofrecer. Él pensaba que aún podía dar algo más de sí. Había que darle una vuelta de tuerca al concepto.
Porque es que Fanático siempre se fijó en el resto de managers y miró atentamente lo qué hacían o dejaban de hacer con sus funcionalidades. Y al final, siempre llegaba a la misma conclusión: que Futbolazo nació para ser diferente a ellos y que se construiría siguiendo aquella máxima, costase lo que costase.
Así que para finales de la tercera temporada, Fanático inició una remodelación completa del sistema de juego desde lo más profundo del código madre sin que le temblase el pulso.
Diseñó un sistema de juego totalmente diferente al resto de managers, que combinado con funcionalidades únicas y adictivas, proporcionarían una gran dosis de entretenimiento y disfrute diario a sus jugadores.
Y así empezó la primera Gran Revolución de Futbolazo.
Todo el sistema de juego basado en puntos y clasificaciones… al carajo.
Sistema nuevo y totalmente original... al canto.
LA DIFERENCIA
El Futbolazo Team se motivó muchísimo con aquella nueva visión y se puso manos a la obra. Las ideas de Fanático eran rompedoras y quizás un tanto extrañas para los usuarios que jugaban a ese tipo de juegos y estaban ya muy acostumbrados a las dinámicas del resto de managers online. Pero había que arriesgar.
Y en cuestión de unas pocas semanas, en el verano de 2018, Fanático, Friki y Cerebro, remodelaron todo Futbolazo de arriba a abajo.
Idearon nuevas funcionalidades, nuevas reglas, nuevas características únicas y personales que ofrecieran más rivalidad entre equipos Y sobre todo, hicieron todo el juego mucho más sencillo, más limpio y más liviano.
El cambio fue profundo. Muy duro. Pero al final, valió la pena.
Y el resultado de todo aquel esfuerzo, querido amigo, lo tienes hoy ante ti.
¡Suerte en tu siguiente jornada!
Esta es la historia de tres amigos de la infancia que se conocían desde hacía más de treinta años…
Ésta es la historia de Fanático, Friki y Cerebro…
De Futbolazo…
Y de sus decenas de nuevos amigos…
Futbolazo Team 2018